El uso de una pulsera de cristal rojo como amuleto contra la envidia es una tradición que se basa en el poder simbólico del color y del material. El rojo, asociado con la vitalidad, la fuerza y la protección, se considera un color capaz de desviar las energías negativas y las malas intenciones. Se cree que su vibración fuerte y positiva actúa como un escudo protector. Por otro lado, el cristal, un material que se valora por su pureza y su capacidad para amplificar las energías, se utiliza para potenciar la fuerza del color. Juntos, la pulsera de cristal rojo se convierte en un talismán personal, un recordatorio tangible de la propia fuerza y un símbolo de la intención de mantenerse a salvo de la envidia y las energías perjudiciales. Es una forma de conectar con una creencia ancestral en la protección, llevando un pequeño pero poderoso objeto que representa la defensa de uno mismo